Ocho maneras de lidiar con los desafíos alimenticios
Las comidas en familia y los refrigerios dan la energía que su hijo necesita para prosperar en el hogar, en clase, en el campo de juego y mucho más. Los alimentos puede ser el detonador de batallas diarias, sin embargo, unos cuantos cambios podrían hacer una gran diferencia.
1. Establezca (y mantenga) horarios para las comidas
Particularmente, los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención se benefician de las comidas diarias regulares. Los chicos pueden sentirse menos ansiosos y más capaces de concentrarse en el trabajo escolar si saben cuándo será su próxima comida. Lea más consejos de horarios para que su día, y el de su hijo, sea más simple
2. Ofrézcale refrigerios
Los chicos que tienen mucha hambre entre comidas pueden portarse mal o perder la atención. Ofrecer refrigerios a la mitad de la mañana y la mitad de la tarde puede ayudar. Considere galletas saladas, nueces, fruta, yogurt, queso, huevos cocidos, hummus o vegetales en trocitos.
3. Lleve refrigerios cuando salga de casa
Trate de tener alimentos no perecederos a la mano en su carro o en su bolsa de viaje. No se arrepentirá de tenerlos cuando esté atrapado en el tráfico o, si por alguna razón, la hora de la comida se retrasa.
4. Limite comidas de poco valor nutritivo
A todos nos encanta comer alimentos azucarados y con harina cuando estamos pasando por momentos estresantes. Pero esta clase de alimentos puede hacer sentir a su hijo aletargado e interferir con la concentración. Trate de mantener las comidas y los refrigerios tan balanceados como sea posible.
5. Involucre a sus hijos en las comidas
Puede llegar a ser muy divertido para los chicos elegir ayudar con la compra, preparar y servir los alimentos. Dar seguimiento a las contribuciones alimenticias puede también mejorar su autoestima y hacer que sea más probable que prueben nuevos alimentos. Cuando los niños ayudan en la cocina, trabajan en habilidades académicas y para la vida sin darse cuenta. Por ejemplo, medir la cantidad de ingredientes es una manera divertida de hacer la conexión entre matemáticas y la vida diaria, y seguir una receta le ayudará a mejorar sus habilidades de lectura y de memoria.
6. Introduzca gradualmente dietas especiales
Si el doctor de su hijo sugiere que debe tener alguna dieta especial, trate de encontrar substitutos de su comida favorita. Por ejemplo, si su hijo no puede comer gluten, ofrézcale tortillas o frituras de maíz, caramelos o dulces sin gluten para facilitar la transición.
7. Lleve comida si su hijo es muy selectivo
Si los nuevos sabores son un problema para su hijo, lleve un contenedor pequeño lleno de la comida preferida de su hijo a las reuniones familiares, fiestas y otros eventos de comida. Sugiérale que pruebe uno o dos alimentos nuevos cuando esté en la reunión, pero no lo fuerce, ya que si eso causa un berrinche en público, no valdrá la pena el esfuerzo para ninguno de los dos.
8. Coman en familia cuando sea posible
Compartir comidas con sus hijos tiene muchísimos beneficios para la salud. Los estudios muestran que comer juntos reduce las posibilidades de obesidad y otros trastornos alimenticios en los niños y adolescentes, contribuye a que tengan mejores calificaciones en la escuela, aumenta la autoestima y mejora el vocabulario. También puede disminuir la probabilidad de uso de drogas, alcohol, embarazo adolescente y depresión.
Fuente:
Artículo extraído del portal www.understood.org
Escrito por Lexi Walters Wright