Un lugar para disfrutar y aprender
Visitar los parques, es una de las actividades al aire libre que proporciona más beneficios para los niños desde fomentar su desarrollo psicomotor, social y afectivo, hasta su salud y rendimiento escolar. Jugando en el parque se estimula especialmente el desarrollo psicomotor, puesto que el juego que se ejecuta implica una actividad física, imprescindible para una vida saludable. Por ello el parque debería formar parte de la rutina diaria del niño desde edades tempranas.
La primera ventaja es que se trata de un espacio de juego y disfrute, a través de la exploración y creatividad el niño estimulará sus habilidades motoras básicas como saltar, correr, trepar, agacharse, girar, balancearse o mantener el equilibrio, subir y bajar escaleras; dichas habilidades le facilitan adquirir un mayor control de su cuerpo y realizar actividades cada vez más complejas; motivándoles a superar nuevos retos.
Otro de sus beneficios es que facilita la socialización y el lenguaje, debido a que deben utilizar estrategias para relacionarse con otros niños: pedir, resolver pequeños conflictos, proponer y crear juegos; todo esto en un contexto menos organizado de lo que puede ser el colegio. A su vez es un lugar privilegiado para que aprendan a respetar e interiorizar normas básicas de relación social: respetar turnos, ponerse en fila, respetar los tiempos de uso y a los demás.
En una sociedad tan acelerada, el juego al aire libre ha disminuido y ha sido sustituido por actividades sedentarias y los juegos tecnológicos en casa, planifíquen y hagan del parque una parada habitual de solo 30 minutos y sus beneficios se verán reflejados en el desarrollo y salud de su pequeño.
Como padres, la actitud más apropiada es dejarlos que decidan en qué participa, ya que su hijo jugará en aquellos espacios en los que se sienta seguro. Es excelente para que todos puedan relajarse de la rutina y disfrutar de un momento de calidad con sus hijos. Anímense!